La población de Dyess está situada en medio de catorce mil acres de cultivo de algodón

La nota personal de Johnny Cash Johnny Cash había conocido ya el lado salvaje de la vida cuando se sentó a escribir su autobiografía titulada –Man in Black– (1975), de la que vendió entonces 1.300.000 copias. Tenía ya 48 años y una idea bastante clara de lo que quería para su futuro pero su interés estaba más centrado en su pasado. Su autobiografía, ahora publicada en castellano por Acuarela Libros (2016) fue publicada por Clie en Terrassa, Barcelona, ya en 1978. Como veremos en los siguientes fragmentos extraídos de esa primera edición en castellano, sus memorias muestran a un artista con su característica honestidad brutal, donde una profunda fe en Dios convive con una igualmente profunda debilidad. Ahora, cuando subo al escenario –feliz y seguro de mí mismo–, a veces, en mitad de una canción, mi mente vuela a los años pasados en que cantaba la misma canción, pero en un frenesí, asustado, porque sabía que el público se estaba dando cuenta de que –algo– no iba bien. Balbuceaba, omitía palabras. Trataba de sonreír, pero mis nervios alterados hacían que mis músculos faciales se mantuvieran tensos e impenetrables. De mis poros brotaba el sudor a borbotones. Entre canción y canción no me atrevía a pronunciar una sola palabra. Frio silencio. Tan sólo en ocasiones unos espasmos de tos provocada, tratando de arrancar del cuello algo que no estaba realmente allí –la sensación producida por los cigarrillos y las anfetaminas. Mis ojos pegados al reloj, tratando de ver cuánto faltaba para acabar el tormento. Una vez terminado el espectáculo, me derrumbaba sin aliento, como si hubieran arrancado de mi cuerpo el último hálito de vitalidad y quedara tan sólo lo que realmente tenía: piel y hueso. A decir verdad me sentía fuerte como un roble, aunque ahora me doy cuenta de que todo era simple ilusión y tensión muscular provocada por el alcohol y las anfetaminas. Tan pronto como terminaba el espectáculo, me precipitaba a mi camerino con los nervios deshechos, arrojaba la guitarra o arremetía a puñetazos contra la puerta, tratando de romper o destruir algo –lo que fuera. Jesús nuestro Salvad (...) /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre "El hombre vestido de negro en sus propias palabras" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/el–hombre–vestido–de–negro
http://dlvr.it/RZjJ0K

Comments

Popular posts from this blog

Robert De Niro como el mentalista ciego

Dice Chesterton que cuando el hombre deja de creer en Dios, no es que no crea ya en nada, es que cree en cualquier cosa.

Asa Carter decía que el rock tiene carácter sexual, inmoral y era el mejor camino para fusionar ambas razas