David Berg creía que no había más ley que el amor y que ese amor lo justificaba todo
El padre de David, Hjalmer, va al seminario de los Discípulos de Cristo en Des Moines (Iowa), cuando en 1911 tienen su primer hijo. A la vuelta del hospital donde nació el hermano mayor de David, algo extraño ocurrió ese frío día de diciembre. Ella contaba en su testimonio que se quedó paralizada de cintura para abajo durante cinco años, como resultado de un accidente de coche. Su hija Deborah Davis cuenta en el libro sobre su padre, que en el año 82 unos familiares le contaron que no fue así. Ya que del 11 al 17 no sólo estaba activa en la iglesia, mientras estudiaba en la universidad cristiana de Texas, sino que tuvo otra hija cuando estaban en Ukiah (California). La historia de su curación milagrosa, sin embargo, fue la razón no sólo de su salida de los Discípulos de Cristo, que no creían en la sanidad por la fe, sino también del comienzo de su ministerio itinerante como predicadora "algo que tampoco aprobaban las Iglesias de Cristo", que le llevó a fundar en Miami e