Hannah Arendt asiste al juicio de Eichmann en Jerusalén
La idea de que el hombre es bueno, aunque las evidencias muestren lo contrario, es uno de los presupuestos que nadie se atreve a cuestionar en la sociedad moderna. Aunque no era cristiana, la pensadora judía había estudiado teología protestante en Marburgo e hizo su tesis doctoral en Heidelberg sobre Agustín. De su "Ciudad de Dios", toma la idea del nacimiento como categoría central de "La condición humana", pero sabe por la Biblia que "en maldad hemos sido formados" (Salmo 51:5). Ya que el pecado original no es un invento católico. Aunque la expresión no sea bíblica, su enseñanza está en la Escritura. No es una idea de Agustín. El apóstol Pablo desarrolla esta doctrina en su Epístola a los Romanos (5:12, 18) y su primera carta a los Corintios (15:22). Para autores como Chesterton es incomprensible que haya teólogos cristianos que nieguen esta idea. Para él, "es la única parte de la teología cristiana que se puede demostrar". Un filósofo de la ciencia que no es cristiano, como el darwinista Michael Ruse, se pregunta: "¿cómo puede alguien pensar de otra manera?, cuando el pueblo más civilizado y avanzado del mundo (el pueblo de Beethoven, Goethe y Kant), abrazó al asqueroso Hitler y participó en el Holocausto". /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre "Hannah Arendt: La banalidad del mal" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/hannah–arendt–y–la–banalidad–del–mal
source https://www.entrelineas.org/revista/hannah-arendt-y-la-banalidad-del-mal
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