Todos buscamos algo y carecemos de motivos puros en la vida, estemos o no en una secta
Hasta que no están en Texas, Berg no recibe el don de lenguas, que tanto ansiaba: sólo Karen lo tenía. El dice que por ese medio recibe esta profecía, que él puede traducir, por su don de interpretación. Dice básicamente que el Señor va a hacer –todas las cosas nuevas– (2 Corintios 5:17). Y lo va a mostrar por el símbolo también de su propio matrimonio, igual que en la Biblia apunta a él como misterio que refleja la relación de Dios con su Iglesia (Efesios 5:31–32). Así anuncia la separación de la vieja Iglesia que representa su matrimonio de veinticinco años con Eva, para unirse a la nueva que es por supuesto, Karen (María). Deborah se pregunta en su libro cómo es posible que ella y su madre aceptaran semejante humillación. Lo que nos lleva a la pregunta del principio, lo que ella llama –el mito de la víctima inocente–. Era evidente para ella, que semejante profecía no era más que una forma de justificar su divorcio, algo que todavía no era aceptado en el mundo evangélico conservador. Había que encontrar una legitimación divina para ello. Y eso era la profecía de Laurentide. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre "La Familia Internacional [3] Deborah Davis: El mito de la víctima inocente" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/el–mito–de–la–victima–inocente
source https://www.entrelineas.org/revista/el-mito-de-la-victima-inocente
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