Una sala de proyecciones que nos transporta a La naranja mecánica

Para comprender la Cienciología, es inevitable hablar de su fundador, L. Ron Hubbard (1911–1986), cuya figura es omnipresente en esta iglesia, que tiene su sede en Los Ángeles, aunque cuenta ya con siete millones de adeptos (7.000 ya en España), distribuidos a lo largo de los veintidos centros que tiene en todo el mundo. Su libro Dianética funciona como una biblia para la Cienciología, que busca en esta obra un método científico que pretende dar respuestas a los problemas del hombre. Pero ¿quién era Hubbard? Son ya varias las aproximaciones que se han hecho a este mediocre escritor de ciencia–ficción, que en los años cincuenta alcanzó un enorme éxito editorial por este manual de autoayuda, pero no hay ninguna tan documentada y meticulosa como la biografía de Russell Miller, Un Mesías a rostro descubierto, publicada por Henry Holt en 1988 ( Bare–Faced Messiah: The True Story of L.Ron Hubbard ). FUNDADOR PERTURBADO La impresión que uno saca de Hubbard en la obra de Miller es la de un hombre profundamente perturbado, que pasa de ser un sinvergüenza encantador a convertirse en un paranoico egomaníaco, "incapaz de distinguir entre los hechos y sus propias fantásticas ficciones", o sea un mentiroso patológico. Según este libro, casi todo lo que Hubbard dijo de si mismo era falso. Ni fue un aventurero, ni un distinguido oficial de la Marina, ni mucho menos un físico, ya que sus conocimientos científicos eran insignificantes. Decía que había crecido en el enorme rancho ganadero de un abuelo rico, aunque en realidad no era más que un veterinario de pueblo. Su padre era un teniente de la Marina de los Estados Unidos, por lo que esperaba que su hijo siguiera su carrera, pero la miopía no le dejó otro camino que la escuela de ingenieros de la Universidad de Washington, que abandonó tras dos cursos desastrosos. Pero durante los diez años que precedieron a la segunda guerra mundial llegó a ser uno de los autores más prolíficos de la literatura de kiosco de misterio, de aventuras y del oeste. Hubbard decía que había quedado inválido y ciego en la segunda guerra mundial. En realidad acabó en un hospital naval sin una sola herida de guerra. Había logrado (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre "L. Ron Hubbard y la Cienciología " ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/cienciologia

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