David Fincher no ha querido hacer una mera crónica sobre la formación del imperio Facebook, sino uno de los más tremendos cuadros sobre la soledad del hombre contemporáneo en la era de internet

Esta es una historia sobre la impersonalidad y la incomunicación de un medio, que en teoría debía potenciar todo lo contrario. Ya que como observa la primera frase del comentado artículo de la revista Newsweek, ′en el oscuro corazón de La red social no está David Zuckerberg′ –un héroe con el que es imposible de simpatizar–, ′sino el temible vacío que nos asola′. Un vacío, eso sí, lleno de palabras. El guión del aclamado autor de la serie El ala oeste de la Casa Blanca –Aaron Sorkin– está lleno de diálogos tan inteligentes, que al final uno tiene la impresión que no ha captado más que una parte de lo que expone la película. El film se sucede a tanta velocidad, como solemos leer en internet. O sea mal... RAPIDEZ, ¿PARA QUÉ? Esta velocidad provoca una evidente falta de reflexión, que parece acompañar al medio. Es la rapidez con la que el protagonista –poderosamente encarnado por el inimitable físico de Jesse Eisenberg– escribe en su blog los comentarios que producen la ruptura con su novia. Cuando inútilmente intenta reconciliarse con ella, la chica observa que ′en internet no se escribe con lápiz, sino con tinta′. Pues la comunicación no es más fácil cuanto más rápida sea, sino todo lo contrario. Un problema que se da incluso en el correo electrónico, donde la tendencia es a contestar inmediatamente. La afición a la polémica de muchos de los que escriben en internet se presenta como una lúcida reacción inteligente, cuando en general no es más que una arrogante demostración de una ignorancia atrevida, que fácilmente se convierte en insulto y descalificación personal. La velocidad del ritmo que impone Fincher a la película no viene como en tantos productos cinematográficos actuales por una cámara mareante, sino por una compleja construcción narrativa con la apariencia de una realización clásica – como hizo en su recreación del thriller de los años setenta en Zodiac (2007) o su peculiar versión del relato de Scott Fitzgerald, El curioso caso de Benjamin Button (2008) –. Usa para ello una estructura tan poco novedosa como son los flashbacks, para mostrar algo diferente–como observa Israel Paredes en Dirigi (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre "La soledad de la red social en The Social Network" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/the–social–network

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