Lo que despista en Francis Schaeffer es siempre su lenguaje intelectual ya que dice su yerno que era bastante emocional

El neo–fundamentalismo es un movimiento que propugna una separación de segundo y tercer grado, o sea de todo aquel que sea "culpable por asociación" y no se haya separado de los que no se han separado. Su fanatismo le lleva a no distinguir una jerarquía de doctrinas, en la línea tradicional de Agustín. Para ellos, es tan importante tu posición sobre el milenio o el bautismo, como la doctrina de salvación. Y sobre todo se vuelve a un pietismo, que no sólo se caracteriza por no fumar o beber –como todavía se hacía en Westminster–, sino por su alejamiento del mundo y sus entretenimientos. Algo que chocaba con el interés de Schaeffer por el arte y la cultura, pero lo asume, igual que Edith deja de bailar, aunque lo hiciera en la escuela secundaria. No distinguir entre ambos fundamentalismos lleva a grandes confusiones. La cuestión aquí no es el valor de la "sana doctrina", sino ¿qué significa eso?: ¿las verdades fundamentales del cristianismo?, ¿o cualquier creencia que uno considere bíblica? Y sobre todo, ¿qué responsabilidad tenemos en esta lucha?: ¿has de dedicar tu vida a disparar contra todo lo que se mueve?, ¿o tienes sencillamente que vivir tu fe y proclamar la realidad esencial del Evangelio? En la práctica, ¿qué implica ese cristianismo?: ¿el juicio sobre los que te rodean?, ¿o la verdadera libertad? Y por último, ¿qué tiene que ver con el mundo?: ¿se trata sólo de cuestiones espirituales?, ¿o tiene que ver con la vida misma? /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre "Francis Schaeffer [2] La verdadera espiritualidad según Francis Schaeffer " ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/la–verdadera–espiritualidad

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