Todos somos novelistas de nosotros mismos y ofrecemos a los demás una imagen que no es siempre la verdadera
El aspecto más criticado de Cercas, es su denuncia de lo que ha llamado "la industria de la memoria", basado en la expresión de Finkelstein sobre "la industria del Holocausto" y la denominada "recuperación de la memoria histórica" –que hubo en nuestro país, a principios del nuevo siglo, cuando los "nietos de la guerra" exigieron saber la verdad de lo que los padres querían olvidar–. Lo que uno se da cuenta, al leer el libro, es que el autor se enfrenta también consigo mismo. Ya que su mayor éxito, "Soldados de Salamina" (2001), es también de un "nieto de la guerra" que está buscando a un fascista, salvado por un republicano, cuando descubre al republicano que salvó la vida a un fascista. Sus reflexiones sobre el exceso de valor que se ha dado al "testimonio" del superviviente, frente a la labor del historiador, me han hecho pensar también en otros "testimonios", los que tanto se aprecian en el mundo evangélico. ¿Quién no ha conocido personas que han ido exagerando parte de su "testimonio", hasta resultar francamente, irreconocible? Me he criado en un submundo que se alimentaba de la cultura del "testimonio". Muchos hablan tanto del pasado que tenían, antes de su conversión, que como dice Spurgeon, no cesan de echar flores sobre su tumba. Y la verdad se va distorsionando. El navajero se convierte en mafioso, el fumador de "porros" en drogadicto, el "ligue" ocasional, en una vida de mujeriego y la interesada en el ocultismo, en una bruja. Todo algo enfermizo, la verdad. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre "El Impostor: Todos somos un poco actores" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/javier–cercas
source https://www.entrelineas.org/revista/javier-cercas
source https://www.entrelineas.org/revista/javier-cercas
Comments
Post a Comment