Bill Watterson ilustra ejemplos de virtud para lectores creyentes y ateos por igual
Bill Watterson por su lado asegura que él personalmente no ha pisado una iglesia en su vida y que sus historias lo que pretenden es ser agradables y formular preguntas que el lector pueda responder. Hobbes por eso es dibujado como un simple peluche cuando no hay nadie junto a Calvin. Bill Watterson disfrutaba explicando que ese detalle es para él una excusa perfecta para fomentar la necesidad de aceptar que las cosas no siempre son lo que le parecen a los demás. Todo esto como concepto estético o filosófico está muy bien, claro, pero ¡la gente generalmente prefiere respuestas concretas para llevar! Por eso en su país ahora abundan las pegatinas donde el pequeño Calvin figura meando en alguna marca comercial, al igual que abundan las pegatinas donde Calvin aparece arrodillado en oración delante de una cruz. Lo más irónico de todo ese fraudulento uso de –Calvin - Hobbes– es quizás que Bill Waterson perdió muchos años de su vida y salud luchando contra sus propios jefes, evitando así ceder los derechos de uso de sus personajes en la elaboración de merchandising. Bill Waterson es un idealista en cierto sentido y tenía auténtico terror a que sus personajes fueran maltratados por otras manos. Tanto, de hecho, que ni siquiera contrataba ayudantes para sus tareas más básicas del día a día. Todo el proceso de creación lo hacía depender de sí mismo en un compromiso que le obligaba a idear, dibujar, escribir, seleccionar y enviar finalmente una tira diaria, incluida la especialmente ambiciosa de los domingos pintada a acuarela y publicaba a todo color. /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre "Calvin -amp; Hobbes y la espiritualidad de Bill Watterson" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/bill–watterson
source https://www.entrelineas.org/revista/bill-watterson
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