Lo que es evidente es que no está claro si fue un suicidio masivo lo que ocurrió en Jonestown
Parece que hubo varios intentos de la esposa de Jones, Marceline, por hacer cambiar de idea a su marido. Ella trabajaba en la clínica con el médico que había preparado el cianuro, Larry Schacht. Le propuso a Jones que viajara a Rusia con los más jóvenes, que ella se quedaría con los mayores en Jonestown, pero la embajada ponía cada vez más problemas. Aunque Cuba parecía estar dispuesta a darles asilo. La realidad es que Jones había perdido toda esperanza. Su errática conducta iba ahora acompañada de discursos inconexos con una voz apagada, que sólo recordaba su extraordinaria vehemencia de predicador, cuando estaba bajo el efecto anfetamínico de las pastillas que le quitaban el sueño. Todo indica una profunda desesperanza. La esperanza es la sensación de expectación y deseo que algo pueda ocurrir. La fe en la Biblia, sin embargo, está basada en una –esperanza viva– (1 Pedro 1:3), no como algo vago y probable, sino cierto y seguro. Esa certeza viene de un hecho, no un sentimiento, –la resurrección de Jesucristo de los muertos–. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre "El camino a Jonestown [11] Muerte en la jungla: La última noche blanca en Jonestown" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/muerte–en–la–jungla
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