Aunque no hay un objeto mágico que encontrar o destruir ,como el Anillo de Poder del Señor Oscuro Saurón ,, el Trono de espadas actúa como un amplificador psíquico ,según la expresión del profesor Tom Shippey acerca de la obra de Tolkien ,, haciendo que u

Cuando se dice que las novelas de G. R. R. Martin (Bayonne, Nueva Jersey, 1948) son de fantasía, uno piensa inmediatamente en un mundo imaginario, que no tiene nada que ver con la realidad. La primera impresión de Juego de tronos, sin embargo, es que estamos ante un relato de atmósfera medieval. Recuerda al Señor de los anillos de J. R. R. Tolkien (1892–1973), pero aunque hay dragones y enanos, no son las criaturas fantásticas que conocemos de la Tierra Media. Aquí no hay elfos u orcos, sino que en Westeros (Poniente), todo recuerda bastante a nuestro mundo. Los libros de Canción de hielo y fuego –el título original de la obra de Martin, publicada en España por Gigamesh desde 1996– son detallados, emocionantes y lleno de sorpresas, pero están lejos del ambiente de cuentos de hadas que vemos en las Crónicas de Narnia de C. S. Lewis. Estamos más bien ante el género que se ha dado en llamar de espada y brujería, aunque no hay héroes como Conan –el personaje creado por Robert Howard en 1950, que popularizó luego el cómic–. Es otro poder, el que buscan los personajes. Su símbolo es el trono, como el anillo de Tolkien, pero los choques de clanes que se lo disputan, tienen más de la complejidad psicológica de Shakespeare que del claro enfrentamiento entre el bien y el mal de El Hobbit. NI HÉROES, NI VILLANOS Como todas las grandes historias, el secreto no está en la acción, sino en los personajes –eso es lo que el cine actual parece haber olvidado y estas interminables series nos recuerdan–. Nos atrae, no tanto por su argumento, como por el carácter de los personajes, reflejos de una humanidad caída. No hay héroes, ni villanos. Aunque los Stark intentan ser nobles, cuando se enfrentan a los Lannisters resultan arrogantes y malvados. "No hay justo, ni aún uno –como dice Pablo a los Romanos 3:10–, no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (12). Es por eso que aunque no hay un objeto mágico que encontrar o destruir –como el Anillo de Poder del Señor Oscuro Sau (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Game of Thrones: El poder de Juego de Tronos" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/game–of–thrones
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