Estas once canciones de electro–soul suponen todo un ejercicio de introspección, que desvela una profunda mirada a su universo interior

En este su tercer álbum en solitario, tras la separación de su compañero Dave Stewart, Lennox se enfrenta a la realidad del sufrimiento que supone la ruptura sentimental. Estas once canciones de electro–soul suponen todo un ejercicio de introspección, que desvela una profunda mirada a su universo interior. La amargura que provoca su lamento, no nace de una experiencia momentánea de depresión, sino de la contemplación atenta a la miseria de una vida que percibe ya sin perspectiva alguna. "Todos mis sueños se han desvanecido", dice Lennox. En medio de la desesperación, la cantante se pregunta: "¿Dónde puedo encontrar consuelo, un lugar que simplemente pueda llamar mi hogar?". Annie se siente huérfana en un mundo terrible, donde descubre su desnudez (Bare), al ver que ya no es ni Diva (1992) ni Medusa (1995). Ve su copa medio vacía (A thousand beatiful things), y el suelo hundirse bajo sus píes (Pavement cracks). Su clara voz expresa unas imágenes poéticas de una fuerza tal, que acaban conformando un insólito cuadro de patética belleza. Pero en su angustia todavía pervive una chispa de esperanza. Por eso se maravilla: "¿Cómo es que cada día estoy esperando un cambio?, ¿cómo puedo todavía tener fuerzas para vivir?". La tercera canción es una emotiva balada de jazz sobre ese tiempo de dolor (The Hurting Time), que evoca con extraordinaria fuerza y dramatismo. Encontramos algo aquí de la inevitabilidad del Eclesiastés, por la que "toda criatura viviente, debe morir". Pero ante la constatación de esa verdad bíblica, Lennox lamenta una agonía que se le antoja aún más terrible: "Has muerto miles de veces, / ¡cuantas veces has sido crucificado!, / ¡cuantas has amado y perdido!, / lo has intentado, y todavía no estas satisfecho". Por lo que se pregunta: "¿Cuándo puede estar uno satisfecho?". Ya que como Jesús dice, uno puede estar muerto, aunque esté vivo. Lennox ve la soledad como "la distancia que hay entre nosotros y el espacio que hay dentro de nosotros mismos" (Loneliness). "La desesperanza" nace para ella, por eso de "la oscuridad que hay en nuestro corazón". En su abandono, se ve en su fragil (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "La oración desnuda de Annie Lennox" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/annie–lennox
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