Hugh Montefiore era un judío de familia devota y practicante, pero una tarde estando solo en su dormitorio, un frío invierno de 1936, vio una figura blanca que identificó con Jesús

Hay una relación íntima durante muchos años con un maestro llamado Robbie Bickersteth, soltero de unos treinta años, cuando John era adolescente. Le lleva incluso de vacaciones. A su biógrafo, Dudley–Smith, le extraña el lenguaje tan afectuoso de sus cartas, pero constata que no hay indicios de abusos por un comportamiento impropio del maestro. Desde luego, no parece haber afectado a su orientación sexual, ya que conoce a una chica de quince años, hija de otro médico que se quedaba en el mismo hotel unas vacaciones de verano en Irlanda con su familia en 1936, que lo describe en su diario como un despertar sexual. Montaban juntos en pony, abrazado a ella, detrás suyo. Siente una atracción física e incluso cree que pudo pedirla casarse con ella. La relación no se mantuvo, pero hay una carta en que pide al maestro consejo sobre una amistad con un alumno mayor, que el maestro denomina un –enamoramiento de escuela–. Stott está preocupado por ello y Bickersteth le aconseja hablar con el responsable de la casa, cosa que no hace. Es evidente que la soltería de muchos ministros anglicanos es a veces indicación de homófilia, que no homosexualidad –o sea orientación, no práctica–, pero yo no creo que ese fuera el caso de Stott, como explicaré en otro artículo. Lo que está claro es que siente –una sensación de derrota y enajenación– que le lleva a frecuentar la capilla del colegio, leer libros religiosos y sumergirse en la atmósfera de misterio que se asocia con la búsqueda de Dios. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo ""La conversión de Stott" de la serie John R. W. Stott" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/la–conversion–de–stott
http://dlvr.it/S0kFJQ

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