El protestantismo vivía inmerso en el canto salmódico que acompañaba, no sólo culto diario en los templos , como en la iglesia de Ginebra, donde predicaba Calvino cada mañana toda la Biblia ,, sino también la adversidad de la persecución y la actividad co

El libro de los Salmos o Salterio deriva de la palabra griega para referirse a un poema acompañado con un instrumento de cuerda. Se trata de un repertorio de ciento cincuenta textos de alabanza y súplica a Dios, en los que el hombre expresa tanto su felicidad como su lamento, pero Dios habla también al ser humano en su propio lenguaje y experiencia. Lo hace tanto por medio de su Palabra escrita, la Biblia, como encarnado en la persona del Señor Jesucristo. Los Salmos traducidos del latín al francés, constituyeron el germen de la liturgia de la Reforma del siglo XVI. El protestantismo vivía inmerso en el canto salmódico que acompañaba, no sólo culto diario en los templos – como en la iglesia de Ginebra, donde predicaba Calvino cada mañana toda la Biblia –, sino también la adversidad de la persecución y la actividad cotidiana, desde el lugar de trabajo hasta el camino de los condenados a muerte al patíbulo. EL SALTERIO DE GINEBRA La traducción en verso a la lengua francesa de los ciento cincuenta Salmos, la hace de cuarenta y nueve de ellos Clément Marot y el resto Teodoro de Beza. Su publicación incluye además del Salterio, los Diez Mandamientos (Éxodo 20), acompañados de un verso que no está tomado de la Biblia (lo que pone en duda la idea de la "salmodia exclusiva" y la tesis de que la Reforma sólo aceptaba cantar textos de la Escritura, como "principio regulativo" de la adoración) y el cántico de Simeón (Lucas 2), ambos versificados por Marot. Clement de Marot (1496–1544) era un poeta de la corte de Francisco I, protegido de la reina Margarita de Navarra. Había sido un autor cortesano, hasta que en 1526 es denunciado por una mujer como sospechoso de simpatizar con la Reforma, siendo encerrado en la prisión de Chatêlet, donde escribe una alegoría satírica de la justicia (El Infierno). Tras ser liberado, se vuelve a ver envuelto en otra represión sangrienta contra los protestantes en 1534, por lo que marcha al exilio de Navarra. Es allí donde comienza su traducción de los Salmos, que continua en Lyon, hasta acabar en Ginebra con Calvino, donde acabó su obra. MUSITANDO MELODÍAS Los textos de los Salmos fueron aco (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Juan Calvino y la música de los Salmos" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/juan–calvino
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