El patético personaje de Roger vive envuelto en una aventura sexual con una ambiciosa secretaria, intentando evadirse del vacío de su existencia

Nada en esta serie, es lo que aparenta. La colorida estética de los años cincuenta nos lleva a escenarios mucho más desgarrados que aquellos maravillosos melodramas de Douglas Sirk. El vacío existencial de las novelas de Richard Yates o los relatos de John Cheever irrumpen en este mundo deliciosamente retro, desvelando las miserias de unos personajes que se esconden en este ambiente gris de ejecutivos, lleno de enredos amorosos y mezquinas ambiciones, con la cotidianeidad de la vida misma. El misterio de la serie reside sin embargo en el extraño papel de antihéroe del protagonista Don Draper (un personaje atractivamente interpretado por el desconocido Jon Hamm), que tras una imagen de elegancia clásica a lo Cary Grant, muestra una personalidad realmente desagradable. Pocas veces se ha visto a un galán tan desorientado e inestable, que esconda un pasado tan vergonzoso como Draper. El extraño efecto de atracción y rechazo que produce este hombre emocionalmente castrado, es sin lugar a dudas el gran enigma de esta historia. EL HUMO QUE CIEGA TUS OJOS El titulo del poderoso episodio piloto de la serie – que hizo Weiner, justo antes de Los Soprano, aunque no la haya podido desarrollar hasta ahora –, nos revela el carácter profundamente engañoso de la publicidad. ′El anuncio se basa en una sola cosa: la felicidad′, dice Draper. ′Y ¿sabes lo qué es la felicidad? Es el olor de un coche nuevo, la libertad del miedo, un anuncio al lado de la carretera que te grita con seguridad, diciéndote que hagas lo que hagas, está bien, ¡tú estás bien!′. Ante semejantes discursos, su amigo Roger no sabe si Don está inspirado o borracho. ′Lo saqué de la levedad del fino aire que viene de arriba′, dice indicando el cielo. A lo que su compañero le contesta: ′Estás mirando en la dirección equivocada′. Como se pueden imaginar, tales diálogos nos muestran algo más que estos personajes estereotipados que solemos relacionar con los motivos básicos del mundo del trabajo. Este es un ambiente creativo, donde en los años cincuenta y sesenta se presenta a la emergente clase media norteamericana algo más que un producto de consumo para una so (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Mad Men: La verdad oculta de Mad Men" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/mad–men
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