El primer largometraje del director canadiense Sean Durkin ,criado en el Reino Unido y Nueva York ,, no es un producto comercial ,aunque cuenta con una estrella adolescente, como fue Elizabeth Olsen ,, sino una obra premiada en Cannes y Sundance ,por su exc

Martha Marcy May Marlene no es otro film sensacionalista acerca de cultos místicos, capaces de anular la voluntad de sus adeptos para poder explotarlos. Hay violencia y abusos sexuales, pero no tienen una finalidad morbosa. ′Es dura, áspera, ligeramente sórdida, gradualmente inquietante –como dice Antonio José Navarro–, pero jamás sensacionalista′. Se acerca desde una óptica cotidiana, a ′las carencias, miedos y violencias, que recorren como un viento frio las relaciones familiares′. Durkin muestra así la vulnerabilidad del alma humana, en su ansia por establecer fuertes lazos familiares en un mundo implacable. Es ahí donde está la atracción de una secta. ′En el fondo, es una historia sobre la identidad′, afirma el director. Martha es el nombre de la protagonista; Marcy May, el que le da el dirigente del grupo; y Marlene, el que usan las mujeres de la secta, para contestar el teléfono. La identidad fracturada y escindida de Martha, se marca por dos lugares y dos tiempos, que constituyen dos espacios antagónicos: la cabaña de lujo al borde de un lago de Connecticut (que sirve de casa de vacaciones a la hermana de la protagonista) y la granja aislada en las montañas de Catskill, al norte del estado de Nueva York (donde vive la comuna dirigida por el personaje de John Hawkes, una especie de Charles Manson o David Koresh). /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Martha o la atracción de una secta" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/martha–marcy–may–marlene
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