Dos ángeles

Hay películas que nacen ya con vocación de malditas, por su pretensión marginal y escasos medios. Otras como Sin noticias de Dios, parecen destinadas a serlo, a pesar de su gran presupuesto. Díaz Yanes se presentó de una forma espectacular, siendo galardonado con el premio especial de San Sebasián y ocho premios Goya, pero ha tardado seis años en volver a rodar. Se habían despertado muchas expectativas de este prestigioso guionista, después de su unánime reconocimiento como director. Díaz Yanes, más conocido por el sobrenombre de Tano, es hijo de una familia republicana de tradición taurina. Su padre fue un banderillero que había luchado con Líster hasta su exilio en Francia. Su madre era militante comunista desde la época universitaria, y estuvo a punto de ser fusilada en Zaragoza. Agustín consiguió una beca para ir a los Estados Unidos el año 68. Pero mientrás su hermano acabó siendo cirujano, y su hermana concertista de piano, Tano prefería el baloncesto, los amigos, la lectura y el cine. Tras estudiar Historia, Díaz Yanes entra en el PCE, hace traducciones y da cursos sobre la guerra civil en algunas universidades americanas, hasta comenzar su carrera de guionista. Su primera película como director, Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto (1995) demuestra su clara predilección por el cine negro americano, pero sus imágenes están atravesadas de dolor y rabia. Su cine revela una mirada profundamente moral, que filma con hondura, sinceridad y energía. Hay una historia apasionante dentro de ella que podíamos llamar el gángster y Dios. Está protagonizada por el actor argentino Federico Lupi. En ella un asesino a sueldo de la mafía mexicana, que vive atormentado por el juicio de Dios y la enfermedad de su hija, se confiesa en un coche ante un cura español. Su terrible final nos anuncia ya la tragedía de que estamos sin noticias de Dios... Rodada en cuatro idiomas, su segunda película comienza con la voz turbia y desgarrada de Bob Dylan, que abre uno de sus álbumes más espirituales de los últimos años, Oh, Mercy. "Vivimos en un mundo político", dice su canción, en que "no hay sitio para el amor". Filmado con (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Sin noticias de Dios: Propuestas arriesgadas" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/sin–noticias–de–dios
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