Me miro adentro, cantaba Mick Jagger en Píntalo negro, y veo que mi corazón es negro. Porque más allá del ocultismo, esa es la situación de todo hombre.

Los Stones nacieron de la unión de la osada voz de Mick Jagger con las fieras guitarras de Keith Richards, pero también de la errática figura de Brian Jones, que murió ahogado en un misterioso accidente, que tenía todas las apariencias de un homicidio. Fue el primero de muchos cadáveres que recorren la tragedia de toda una generación en busca de nuevas experiencias por medio de las drogas, el sexo y el rock′n′roll. Si McCartney sentía así "el amor y la verdad", Jones sólo encontró demonios y monstruos. Él y Jagger se interesaron por el gurú Maharishi por un tiempo, pero parece que no les sirvió de mucho la Meditación Trascendental. Si el LSD hacía pensar a Harrison en los Himalayas, o llevaba a Pete Townshend al Meher Baba, a los Rolling les abre un oscuro pozo de serpientes amenazantes. Porque ¿de dónde salen si no, esas brutales letras al borde de la locura? La primera vez que Brian Jones tomó ácido, vio criaturas que salían del suelo, las paredes y los techos. Empezó a buscar a alguien que estuviera escondido en los armarios, y estaba aterrorizado. Si las letras de Jagger son también autobiográficas, parece que él también tuvo malas experiencias. Dice en su Ataque de nervios nº 19: "En nuestro primer viaje intenté con todas mis fuerzas reordenar mi mente / Pero después de un rato me di cuenta de que me estabas desarreglando tú a mí". O bien la droga sacó a la superficie los monstruos de temores reprimidos o malos recuerdos, ó ésta afectaba de tal modo la conciencia que parecía desaparecer toda protección mental. Hay una obsesión entonces por la personificación del mal, que algunos conjuran, pero con la que otros también luchan. Es ahí donde nace la "simpatía por el diablo". ¿SIMPATÍA POR EL DIABLO? En su celebre Circo del Rock′n′Roll, Jagger se desgarraba por el pecho su camisa negra, para mostrar un tatuaje que mostraba supuestamente al diablo. En una famosa foto de David Bailey, el cantante de los Stones tiene una copa de vino tinto en la mano, mientras en la otra exhibe un tridente, mostrando una mirada maligna. ¿Era esto una simple imagen promocional?, o ¿había algo más de atracción por lo oculto? Jagger e (...) /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "El diablo y los Rolling Stones" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/rolling–stones
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