Darren Aronofsky nos invita a reflexionar sobre nuestro papel como ciudadanos o habitantes de la Tierra con esta inquietante película titulada Madre
Otras interpretaciones ven en el personaje del poeta una figura de un Dios pasivo, compasivo, que ama a sus invitados, por encima de la madre, y que los invita a su –casa–, sin distinción de raza, sexo, género o condición social, todos son bienvenidos, todos, pero uno se debe sacrificar. Finalmente, aunque la película genera múltiples desenlaces e interpretaciones, la que se puede entrever es la reflexión ecológica como ha dicho el cineasta. Jesús en sus bienaventuranzas advirtió que –benditos los que son humildes porque heredarán la tierra–. Con gran razón lo dijo, Jesús conocía el corazón de los humanos. Él sabe que el poder seduce, ciega, sofoca y vacía la conciencia de los que acuden a ella. Y es que el poder como la ambición es un círculo que jamás se detiene, un círculo que no descansa y es insaciable. Pero, esta madre, nuestra casa común, no entiende de jerarquías, opulencia o ambición, ella es solitaria, estéril y sufriente. El propio apóstol Pablo en su epístola a los Romanos se refiere a la naturaleza como una madre con dolores de parto. /// Daniela Vidal nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Mother! La pugna entre el poder y la Tierra" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/mother
http://dlvr.it/SRRc5D
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