El miedo que se desata en tiempos de las guerras, las crisis económicas o los desastres naturales han llevado a muchos como él a buscar opciones de vida en otros planetas

Clarence Wolverton y Olive Hayes habían llegado a la zona conocida ahora como Silicon Valley de San Francisco buscando un futuro mejor. Venían desde la frontera con Canadá en la costa noreste de los Estados Unidos de América. Basil Wolverton nació cuando sus padres ya habían despertado de ese bonito sueño, el 19 de julio de 1909, y pasó la mayor parte de su vida alrededor de la ciudad de Portland. Su padre alternaba trabajos como la construcción del ferrocarril, el cuidado del ganado o la elaboración de carteles sin lograr demasiada estabilidad profesional. La familia no tenía agua corriente o luz eléctrica en casa pero los fines de semana sus padres, su hermana Wilma y él iban juntos a la iglesia, a reuniones de avivamiento y a unos espectáculos de variedades conocidos entonces como vaudeville. Todas aquellas experiencias como niño formarán claramente su forma de relacionarse con el mundo. Su propio diario personal muestra a un niño disfrutando de la lectura de la Biblia y el dibujo de historietas sobre viajes en naves espaciales que comenzó a vender ya con 13 años. El pequeño Basil Wolverton dudaba entonces de si sería misionero cuando fuese mayor. /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Horror, espiritualidad y extravagancia en la obra de Basil Wolverton" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/basil–wolverton
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