La modernidad no necesitaba encontrar la Epopeya de Gilgamesh para entender que el relato bíblico tiene influencia de relatos sumerios

Gilgamesh es según registros arqueológicos quien construyó el templo de Enlil en Uruk. Enlil es etimológicamente ′el señor contencioso′ y para muchos entonces el más importante de los dioses que divide el cielo de la tierra y crea a los hombres del barro. Enlil no se deja mirar ni representar como sí hacían los otros dioses. Sus intenciones son principalmente benefactoras pero tiene una idea muy concreta del bien o del mal y, lo que es más importante, pide que le imiten y le adoren por encima de todo. No haberlo hecho en el pasado había tenido como consecuencia que la tierra se cubriera de agua en un acontecimiento que marcó un antes y un después en la milenaria historia de los sumerios. Así habia sido al menos para la mayoría hasta la época que le tocó vivir a Sîn–lēqi–unninni. Los cristianos encontrarán en estos descubrimientos una oportunidad de oro para asomarse al mundo que habitaron Eva, Caín o el paciente Job, aunque sólo sea en un contexto rodeado de espejos deformados. Sus piedras atestiguan que en el principio tampoco faltaban desgracias, amigos, viajes, triunfos y por supuesto drásticas intervenciones sobrenaturales. Huwawa era el guardián de un lugar privilegiado, quizás correspondiente los Zagros de Irán o a la todavía reservada área denominada ′Bosque de los cedros de Dios′ en el actual Líbano. Enlil, que era en realidad sólo el más conocido de la tríada de dioses más poderosos de Sumeria, le había dado ese cargo y siete brillantes auras o cotas que lanzaban rayos para impedir a los hombres entrar en aquella zona reservada. Sumeria tenía mucho barro para la escritura o los ladrilos pero tenía que importar o robar la madera. Un frondoso bosque cerrado era algo intolerable para los habitantes de una zona desprovista de vegetales más altos que el trigo. No es por lo tanto accidental que la primera aventura de este viaje iniciático con amigos de Gilgamesh sea precisamente para cortarle la cabeza a Huwawa. Huwawa era capaz de lanzar fuego por (...) /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Gilgamesh y el oportuno relato bíblico del diluvio" de la serie "Edad de Bronce" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/gilgamesh
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