Miguel Delibes

–Una cosa, Mario, aquí­ para inter nos, que no me he atrevido a decirte antes, escucha; yo no daré un paso por informarme si es cierto lo que dice Higinio Oyarzun de que te reuní­as los jueves con un grupo de protestantes para rezar juntos–. Aunque le advierte: –Pero si sin ir a buscarlo alguien me lo demostrase, aun sintiéndolo mucho, hazte la idea de que no nos hemos conocido, de que nuestros hijos no volverán a oí­rme una palabra de ti, antes prefiero, fí­jate bien, que piensen que son hijos naturales, que con gusto tragaré ese cáliz, que decirles que su padre era un renegado–. Para eso no tiene tolerancia: –Sí­, Mario, estoy llorando, pero bueno está lo bueno, que yo paso por todo, ya lo sabes, que a comprensiva y generosa pocas me ganarán, pero antes la muerte, fí­jate bien, la muerte, que rozarme con un judí­o o un protestante–. Porque –si Cristo levantara la cabeza, ten por seguro–, dice Carmen, –que no vendrí­a a rezar con los protestantes–. Ya que a su personaje en realidad le escandaliza la libertad religiosa: /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Miguel Delibes y los protestantes españoles" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/miguel–delibes
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