La ilusión no sólo es un elemento que puede coexistir con la realidad, sino que, además, puede ser indispensable para una vida psíquica plena
Esta actitud beligerante de Freud frente a la religión hace que la amistad de treinta años que mantuvo con el pastor Oskar Pfister (1873–1956) sea cuanto menos llamativa. El debate que surge a partir de la publicación de –El Porvenir de una Ilusión– y la correspondencia entre ambos son el inicio de un diálogo que continúa hoy entre la psicología y la fe cristiana, pero también un interrogante sobre las ilusiones y esperanzas que podemos tener en esta vida. Escucho por primera vez del –pastor de Freud– a través de un profesor de la facultad cuya formación en psicoanálisis tuvo lugar en el Instituto Universitario de Estudios Freudianos Oskar Pfister, que tenía su sede en la calle Lagasca, en el barrio de Salamanca (Madrid). El título del instituto se lo da su fundador más célebre, el profesor Pedro Fernández Villamarzo, quien fuera sacerdote católico y todo un referente de las teorías freudianas en España. Me llama la atención que, siendo protestante, muchos de los estudios más serios e interesantes en castellano sobre Pfister están firmados por teólogos católicos. El mejor, desde mi punto de vista, es el –Diálogo interminable: Sigmund Freud y Oskar Pfister– (Trotta, 2000), del teólogo y psicoanalista Carlos Domínguez Morano, alumno también de Villamarzo. /// Dani Sazo nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Oskar Pfister: Freud y la ilusión de un porvenir" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/oskar–pfister
http://dlvr.it/ShSfqD
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