La incapacidad que encuentran los personajes para ayudar reaparece una y otra vez en los directores nórdicos
Lars von Trier trataba de mostrarse seguro de sí mismo ante las críticas, como si lo tuviera todo bajo control, pero lo cierto es que meses antes no había previsto esa oposición. La depresión le había llevado a estar literalmente hospitalizado hasta que finalmente, con mucho esfuerzo y un renovado optimismo, acabó superando sus miedos. Durante el rodaje a veces apenas podía sostener la cámara, pero a la altura de la presentación de la película en Cannes estaba seguro de que el mundo se pondría a sus pies.Este singular director danés hizo –Antichrist– para afrontar su enfermedad: –No estoy intentando decir nada... Es como un sueño convertido en película–, agregó. –Es un sueño muy oscuro, sobre la culpa, el sexo y otras cosas–. Su sueño está lleno de imágenes bíblicas y esotéricas que no dignifican el sexo o la violencia sino que lo llevan al punto de lo grotesco. Lars von Trier trató luego de hacer creer que las referencias al Génesis eran accidentales pero la película ha quedado como testigo en contra de esa opinión. Los cuerpos explícitamente austeros, desnudos y mutilados, tienen el claro objeto de producir repulsión. Pretenden producir un rechazo muy similar al que deberían en realidad producir las muy variadas formas de pecado, unas mostradas y otras no mostradas en la película. Formas que desgraciadamente en nuestro tiempo y civilización son especialmente objeto de burla o tabú. Podemos sentir pena del hambre en el mundo pero no podemos permitir que nos la muestren a la hora de comer. En esta, como en cualquier otra época, las personas que tratan de quebrantar las reglas son sólo una minoría marginada. /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Lars Von Trier y el final del poder del Anticristo" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/antichrist
http://dlvr.it/SjVSJl
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