Jim Jones confiaba a Brandshaw y Cartmell tareas tan sensibles como conseguir información de miembros
Detrás de ese deseo enfermizo de control de Jim Jones, no hay duda de que está la preocupación infantil por quedarse solo y desprotegido. Es ahí, sin duda, donde está su atracción por el socialismo. No es algo intelectual, sino emocional. Jones llegó a meter después en la Comisión de Planificación de cincuenta a cien personas, pero algunas sólo estaban con el objeto de delatar a otras. Así cuando alguien estaba celoso del honor que había recibido otro, se le premiaba con esa posición. Otras veces era para vigilar a otros. La figura destacada era, sin duda, Tim Stoen. La técnica de Jones era callarse hasta que todos habían dado su opinión y decir entonces, la última palabra. Las reuniones no eran todas discusiones administrativas. También había una especie de sesiones de seudopsicoterapia para poner de relieve las debilidades de cada uno. Buscaba especialmente conocer los intereses y practicas sexuales de algunos, para explotarlos luego de forma despiadada. No sólo había "matrimonios abiertos" en la iglesia. También era habitual la bisexualidad y la homosexualidad. Todo cabía en la iglesia, pero Jones era "el gran amante". /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "La astuta política de Jim Jones" de la serie "El Camino A Jonestown" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/la–politica–de–jim–jones
http://dlvr.it/Smqb40
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