La presentadora (aquí, también son mayoritariamente chicas para embaucar a televidentes masculinos) regala sus encantos de distintas formas

La semana pasada ya repasamos el lado oscuro, cutre, estafador y amoral que nuestras cadenas favoritas ofrecen con una retahí­la de programación bazofia protagonizada por charlatanes de teletienda, timadoras del tarot y pseudo actores de cine porno, una programación pensada para anestesiar nuestras mentes y para levantarnos por la mañana habiendo atestado varios hachazos a nuestra tarjeta de crédito al comprar una trinchadora de ajos a precio de cena en el Bulli, un politono para el móvil a precio de disco entero, o un ví­deo bajo el sugerente tí­tulo de Cachondas a precio también de DVD edición especial coleccionista con la versión extendida del director. Y todo envuelto en el dudoso papel de regalo de las más bajas vilezas humanas, tanto las del estafador como las del estafado.Pero tarotistas, teletenderos, politonistas y cutre actores al margen, las reinas o los reyes de la noche son los presentadores de los, mal llamados, concursos, una de las más clamorosas estafas de la pequeña pantalla, aunque el número de incautos sigue siendo muy grande, así­ como la pasividad de las autoridades ante flagrante ejercicio de trileros televisivos.La dinámica de estos concursos pasa por plantar un chico o una chica (si puede ser de buen ver, mejor) un par de horas ante la pantalla. Plano fijo (el realizador puede echarse un sueñecito tranquilamente) y el embaucador reclamando que por favor, que entre ya esa llamada, que hay 2.000 euros en juego, que no entiende como nadie da con el acertijo (sopa de letras, nombres de animales que empiecen por R, diferencias entre dos imágenes,"eso es lo de menos), que no cuelgues, que mantengas tu llamada en espera, que en el próximo minuto quiero un ganador, que venga, venga, venga.Así­, la cadena de turno (en la estafa entran desde las mil cutreteles locales, hasta las grandes telecincos, cuatros, sextas y compañí­a. Las públicas son de las pocas que se salvan) ve como se van llenando sus arcas a cambio del paupérrimo sueldo que dan a la becaria de turno que, por cierto, no sabe que (...) /// Jordi Torrents nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Telebasura de madrugada (II): La estafa de los timoconcursos" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/telebasura–de–madrugada–ii
http://dlvr.it/SsSVJ1

Comments

Popular posts from this blog

Robert De Niro como el mentalista ciego

Dice Chesterton que cuando el hombre deja de creer en Dios, no es que no crea ya en nada, es que cree en cualquier cosa.

Asa Carter decía que el rock tiene carácter sexual, inmoral y era el mejor camino para fusionar ambas razas