El Luteranismo De Schulz

Aunque parecía amable y cariñosa, Dena podía ser orgullosa y desdeñosa. Aunque era hija de unos pobres granjeros noruegos, llegados a Estados Unidos en 1866, vivía como si fuera una familia próspera burguesa. No tenía más estudios que los primarios, pero se creía más culta que la familia de su marido. El luteranismo noruego no era tan fuerte como el alemán. Tenía algo de vanidosa. Y si los domingos vestía a su hijo de gala, era más por la familia de su esposo, que por ir a la iglesia. La institución que más apreciaba era la granja familiar. Sentía cierta desconfianza hacia todo lo nuevo y moderno. No tenían teléfono y en los urbanizados años veinte, seguía apegada a la tierra. Carl no se sentía a gusto, sin embargo, ni entre su propia familia. Era un hombre solo. En eso Sparky era un Schulz: "Nunca vi a ningún miembro de mi familia mostrarse cariñoso con los demás, o tocarse, ni siquiera utilizar nombres cariñosos". El dibujante recordaba que "nunca estaba seguro de quién era quién" en su familia. Odiaba tener que ir de visita. Siempre se sentía incómodo y se alegraba a la hora de marcharse. Como no tenían teléfono, las visitas eran sin anunciar. "Los parientes son como los catálogos de venta por correo", dice Snoopy: "Aparecen como de la nada". /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "El luteranismo de Schulz" de la serie "Schulz" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/el–luteranismo–de–schulz
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