Jack Chick tampoco cumplí­a su propio proceso y eso que era fácil

Según su propio testimonio, en la escuela, Jack Chick se habí­a hecho popular por su carácter malhablado y hostil. La Gran Depresión habí­a dejado pocas diversiones disponibles y las calles de Los Angeles se habí­an llenado entonces de pequeños pasatiempos clandestinos, que luego se conocerán como "Tijuana Bibles". A pesar de lo que se creí­a entonces, probablemente la producción no se hací­a en imprentas de México sino de los Estados Unidos de América. Estas coleccionables historietas de bolsillo aprovechaban la poca vigilancia en los turnos de la noche, estaban firmados con seudónimos de autores todaví­a desconocidos como "Mr. Prolific" y tení­an un alto contenido pornográfico. Ahora sorprende su recurrente contenido polí­ticamente incorrecto, racista y misógino, pero entonces era algo que despertaba interés en la audiencia. Para satirizar mejor las noticias de su tiempo violaban todo tipo de derechos de autor como hará luego Jack Chick. Eran sin embargo fáciles de comprar en boleras, peluquerí­as o incluso de la mano de algún chico vendedor de periódicos a un precio de aproximadamente 20 centavos. Todo alrededor de las "Tijuana Bibles" recuerda en mayor o menor medida a los tratados de Jack o "Chick Tracts": su precio, su impresión como mucho a dos tintas, su número de páginas o su encuadernación grapada. Su famoso dibujo de la pantalla en " ¡Esta fue tu vida!" aparece en al menos seis "Tijuana Bibles" sobre Ella Cinders, Toots and Casper o Wimpy y todas ellas tienen en común que la pantalla oculta algo vergonzoso. Podí­an encontrarse copias de "Tijuana Bibles" abandonadas en cualquier bar, parada de autobús o cabina de teléfono, eran coleccionables y para muchos niños de su época estos cómics constituyeron una primera escuela en el mundo de la sexualidad. /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "El sueño espantoso de un demonio según Jack Chick" de la serie "Chick Publications" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/el–sueno–espantoso–de–un–demonio


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