Madonna tenía ya 30 años cuando publicó Like a Prayer, uno de los discos más religiosos de la historia de la música popular

A menudo vemos sólo lo que queremos ver. La pequeña Madonna pensó entonces que si agradaba suficientemente a su padre, no le perderí­a como habí­a perdido a su madre. Siguió por eso fielmente todas las indicaciones que le daba sobre cómo debí­a ser su formación escolar o religiosa. Tení­an incluso un altar en casa donde podí­an hacer sus oraciones sin necesidad de desplazarse a la iglesia. El problema llegó claro cuando el padre volvió a casarse y la pequeña empezó a poner en duda su fidelidad. Para controlar la previsible falta de devoción de Madonna, el padre trató de cargarla con infinidad de normas, que han ido saliendo a la luz a lo largo de su carrera artí­stica. Cuando Madonna se propuso continuar la afición al baile que habí­a tenido su madre, se encontró por ejemplo con que su padre difí­cilmente le dejaba vestir pantalones. /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Daft Punk: Robots, espirituales y humanos después de todo" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/daft–punk


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