Independientemente de las intenciones de Dylan cuando pronuncia Señor está el modo en que lo pronuncia

Una magní­fica canción jamás editada oficialmente (algo tí­pico en Dylan). Procede de las mí­ticas cintas del sótano (The Basement Tapes), grabadas con The Band (entonces The Hawks) en The Big Pink, la casa de campo alquilada por Rick Danko que recogió las grabaciones del grupo con el propio Dylan a finales de los 60. Aparece en el tercer cedé del pirata Genuine basement tapes. Tras siete elepés rutilantes, Dylan se hallaba en una de las cimas de su carrera artí­stica. Tras sufrir un accidente de moto en 1966 de secuelas leves pero anunciado como muy grave, se retiró de la escena. Durante año y medio no volvió a actuar en público ni a editar un álbum. Cambió sus hábitos vitales y se dedicó a su familia y a leer la Biblia, según él mismo comentó. Es evidente que en su interior hubo un antes y un después del accidente. Paul Williams ofrece una interesante explicación: con aquel incidente Dylan cerró una época presidida por sus ambiciones artí­sticas. Una etapa de frenética productividad que lo encumbró y de la que ahora querí­a olvidarse para disfrutar de la música por sí­ misma, sin perseguir otro fin que el disfrute. Eso es lo que hací­a cuando se iba por las tardes a la casa pintada de rosa. En este caldo de cultivo surgió esa canción sobre la señal (o letrero) en la cruz, toda una referencia para alguien que fue criado en la religión judí­a. Recordemos lo que decí­a ese letrero que estaba escrito en hebreo, latí­n y griego: Jesús Nazareno, rey de los judí­os. /// Manuel Pérez Lourido nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "El cristianismo de Bob Dylan en siete canciones" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/el–cristianismo–de–bob–dylan


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