Larry Norman iba a trabajar cada mañana a la torre de Capitol cuando llega a la Iglesia Presbiteriana de Hollywood

Larry tuvo siempre una difícil relación con su padre, Joe. Tenía su iniciativa, sentido de justicia y curiosidad intelectual, pero nunca se entendían. El lado soñador de poeta venía de su madre, Margaret, pero su genio musical lo adquiere de su tía Nina. A ella le dedicó sus primeros poemas con música en el concurso en que estaba Golding. Al quedar viuda en Arkansas, se dedicó a cantar en pianos de clubs nocturnos de Kansas City o espectáculos de "burlesque". El tabaco le dio una voz profunda, al que pronto se unió el ukelele de su segundo marido, Frenchie, un payaso funambulista que andaba por la cuerda floja vestido de vaquero. Fue él quien le enseñó a tocar a Larry con 8 años. Escuchaba sus discos de folk y vodevil, que le llevaron a componer las primeras canciones. Hay una grabación titulada "Las Cintas del Salón de Estar" que no tiene nada que ver con el nombre de la misión evangélica en Haight (Living Room), sino que es literalmente el salón de casa de los Norman, donde registró en un magnetófono sus primeras composiciones. Hay canciones de folk sobre chicas, un tema de protesta contra el Klan, pero también las primeras canciones que hablan de su fe: "Moisés en el desierto" e "Iglesia de pueblo, gente de pueblo". Cualquiera que las oiga –como cuando puse hace poco "Moses In The Wilderness" en un programa de Radio 3–, reconocerá el genio de Brian Wilson, pero tres años antes de que los Beach Boys grabaran la obra maestra de la historia del pop, "Pet Sounds". /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Larry Norman en Compañía de la Sal" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/the–salt–company


http://dlvr.it/T3N6HY

Comments

Popular posts from this blog

Robert De Niro como el mentalista ciego

Dice Chesterton que cuando el hombre deja de creer en Dios, no es que no crea ya en nada, es que cree en cualquier cosa.

Asa Carter decía que el rock tiene carácter sexual, inmoral y era el mejor camino para fusionar ambas razas