Lo que no dice, es que después se sintió desilusionado e infeliz. Era un alcohólico, cuando entró en una carpa donde predicaba Billy Graham en una campaña en Los ángeles en 1949
Nunca antes había escuchado el Salmo 23 con la fuerza que tiene en la boca del soldado que observa cómo Lomax es apaleado. El es el autor de unos misteriosos versos que te atrapan desde la primera escena: ""Al principio del tiempo / el reloj marcó la una / Entonces goteó el rocío / y el reloj marcó las dos / Del rocío creció un árbol / y el reloj marcó las tres / El árbol hizo una puerta / y el reloj marcó las cuatro / El hombre vino a la vida / y el reloj marcó las cinco / ¡No cuentes! / ¡No pierdas las horas del reloj! / He aquí, yo estoy a la puerta y llamo"". A la puerta de esa habitación, donde es torturado, se esconde la memoria de su inmenso dolor. Todo ello sin mostrar la menor escena de violencia. La cámara se niega a recrearse en el sufrimiento como espectáculo. Todo es sutilidad y discreción en esta emocionante historia sobre la dificultad de olvidar y la sorpresa del perdón, que nace de un amor sobrenatural. El mismo que cambió la vida de Louis" /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Unbroken: El héroe roto" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/invencible–el–heroe–roto
http://dlvr.it/T2PM0C
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