De tal padre, tal hijo nos pregunta quién es nuestro verdadero padre
Somos criaturas dominadas por el miedo. Cuando descubrimos lo vulnerables que somos, nos sentimos indefensos. Dice Gracia Querejeta que un día vio en los ojos de su hijo adolescente "algo extraño, ajeno, un brillo de incertidumbre entre la certeza de un universo que se desmorona". Así nace "15 años y un día", una historia sobre el adolescente que muchos todavía somos, "el terror de la responsabilidad, el pavor a ser abandonado, el pánico a no llegar a lo que los demás esperan" –como observa Luis Martínez–. Es una película de miradas, palabras de dolor, pero principalmente de "todo aquello que nos delata como los seres asustados que somos". No todas las historias de adolescentes son de jóvenes descerebrados, obsesionados por el sexo, que hacen bromas estúpidas. Hay también un tipo de relato inteligente y sensible, que refleja la angustia y la soledad, cuando uno se da cuenta de que nadie le entiende. Charlie, el sensible adolescente de finales de los ochenta en "Las ventajas de ser un marginado" ("invisible" en Latinoamérica)" –el emocionante libro que hizo su director, Stephen Chbosky en forma de cartas–, vive una sexualidad confusa, pero está hambriento de amor y cariño. Es un film conmovedor, que te retrae a una época que algunos conocimos bien, que refleja la canción de los Smiths, "Asleep". /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "CINE 2013: Fuera de sitio" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/cine–2013
http://dlvr.it/T3WCSc
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