La lección más obvia de Jonestown es que hay sectas peligrosas
Lo que se hizo evidente en los procesos legales que hubo entonces, es que no era fácil demostrar el delito de estos grupos y que muchas de las acciones policiales habían sido injustificadas. Los políticos que formaron incluso comisiones parlamentarias para estudiar la posibilidad de hacer leyes sobre el tema, fueron desaconsejados por sus asesores, ya que semejante legislación puede atentar contra un derecho fundamental como es la libertad religiosa. La única opción que quedaba era la conciencia social a la que puede llevar la formación educativa y la divulgación de los medios de comunicación. No hay otra alternativa en una sociedad democrática. Ante las limitaciones del tratamiento legal y político, la relativización sociológica que hace de la secta una religión en formación y el dogmatismo con el que se trata la cuestión doctrinal desde el punto de vista religioso, la mayor parte de los estudios se han orientado en los últimos años al aspecto psicológico. Tras descartar la especulación sobre "el lavado de cerebro", que hizo que muchos relacionaran los sistemas de persuasión coercitiva del maoísmo chino en prisioneros americanos durante la guerra de Corea con el llamado "control mental" de las sectas, se buscó una vía de terapia que no cayera en la ilegalidad de la "desprogramación". La práctica de los llamados "desprogramadores" suponía el secuestro de mayores de edad, para someterles a un tratamiento agresivo de psicología conductista, que era un delito mucho más claro que la actividad sectaria, al ser algo en contra la voluntad del individuo. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Lecciones del Templo del Pueblo" de la serie "El Camino A Jonestown" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/lecciones–del–templo–del–pueblo
http://dlvr.it/T3m3MP
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