Louis Armstrong había pasado tres años recorriendo el mundo para librarse de las garras de la mafia

Los cien mil negros que habían emigrado a Chicago trabajaban en los ferrocarriles, las acerías o los mataderos. La iglesia de Cole era una pequeña capilla, como es habitual entre la población afroamericana, no dada a megaiglesias. Muchas siguen estando en las dependencias de antiguas tiendas o locales comerciales. La esposa del predicador, Perlina, tocaba el piano y dirigía el coro, como era habitual en muchas iglesias afroamericanas. El padre tenía una voz fuerte y melodiosa, que acompañaba con energía su presencia dramática en el púlpito. La vida de los Coles está marcada por la enfermedad y muerte de la hija mayor, Eddie Mae, que falleció a consecuencia de una neumonía en 1925. La enterraron un oscuro y frío día de invierno. Nat era tímido y reflexivo. Hablaba con dificultad. Tartamudeaba tanto que todavía se puede notar su ceceo en las primeras grabaciones. Una noche recordaba que su padre habló en la cena de cómo Dios "puede hacer todo lo que uno sea capaz de imaginar, mover montañas, desecar los mares", pero ¡no libró a su hermana de la muerte! /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Nat King Cole cien años después" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/nat–king–cole


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