También de ambiente rural, en este caso en la provincia de Segovia, es su segundo libro En la hoguera (1957), que tendrá el primero de una larga serie de premios que acompañarán toda su carrera literaria.

Los personajes fundamentales del libro son dos hermanas solteras, hijas de un "anciano" de una iglesia rural. Se trata de un retrato intimista bastante oscuro, en que la soledad y la frustración sexual se mezclan con las grandezas y miserias de esta pequeña comunidad. Fernández Santos resalta la grandeza del poder de la fe en una Iglesia perseguida, tanto como las miserias del legalismo religioso, hipocresí­a y excesos de la disciplina eclesiástica. Acontecimientos reales, como el Congreso Evangélico de Barcelona, son narrados en la novela con todo detalle. La intención del autor no podí­a ser mejor: "A mí­ personalmente no me gustan las vallas ni los muros, nada, en resumen, que separe a unos hombres de los otros, y me preguntaba cuánto tardarí­a aún esa tapia en caer" –en referencia al muro que separaba al cementerio civil del llamado "campo santo", sí­mbolo que utiliza en una de las escenas más poderosas del libro, que incluye la predicación en un entierro evangélico–. "Como yo soy narrador, quise hacer, y acabé haciendo, una novela, contada desde el lugar justo de esa misma valla, ni más allá ni más acá, desde la huella que dejará en la tierra un dí­a, ese dí­a que como tantos otros muros en España quede borrada y demolida y, lo que es más importante, definitivamente olvidada" (Jesús Fernández Santos, Jorge Rodrí­guez Padrón. Ministerio de Cultura, 1982, pág. 28). /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Jesús Fernández Santos en brazos de la Vieja Dama" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/jesus–fernandez–santos–i


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