Cuenta con extraordinaria sensibilidad el papel de la fe y la enfermedad, en el matrimonio de Hawking
Lo cierto es que es él, quien la deja en 1990, a causa de Elaine, su enfermera. Descrita en el libro, como "controladora, manipuladora y mandona", todos coinciden en que era propensa a estallar en arrebatos de ira. Cuando su esposo sufre una insolación, por haberle dejado horas al sol, su hija Lucy la denuncia a la policía, pero él se negó a colaborar en las pesquisas. Así que el caso se archivó en 2004, aunque el matrimonio se divorcia en el 2007. Debido a su experiencia como documentalista, Marsh no hace de esta historia, el "culebrón" en que podría haberse convertido. La película carece de los clichés de las biografía cinematográficas –conocidas en inglés como "biopics"–. No se explota el aspecto trágico con una emotividad manipuladora. Es incluso fría y calculada, pero el director imprime a la narración un magnífico ritmo, con una puesta en escena perfecta, formalmente intachable. Al ser una producción británica, la película tiene ese tono académico, tan elegante y bien construido, que es la debilidad y fuerza del cine inglés. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Amor, física y la teoría del todo" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/la–teoria–del–todo
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