The Young Pope no es una sátira del Vaticano pero tiene la sonrisa que viene de lo absurdo de la tensión de un momento ceremonial

El joven papa quiere acabar con el sistema que ha venido rigiendo la curia, pero se cierra a los fieles. No sigue los consejos de su astuto secretario de Estado, pero detesta la iglesia tal y como es. Se opone al aborto, la eutanasia y la homosexualidad, pero tiene dudas de fe. No le interesa el ecumenismo ni la tolerancia, pero rechaza el "merchandising" y la promoción personal. Prefiere el orgullo de la verdad, aunque cueste el aislamiento y la ruina de la iglesia. El nuevo pontí­fice no quiere una religión amable. Aunque haya menos católicos, por lo menos serán más fieles, cree. No busca tanto la unidad de la fe, como del temor a Dios. Para este papa, la iglesia no es una ONG. Tampoco persigue la fascinación que pueda producir a los creyentes, su presencia. Por eso quiere que el papado no tenga rostro. No busca ser una estrella pop. Es joven y guapo, pero no desea vender platos ni camisetas. Se resiste al "marketing". Y no le importa hundir la iglesia, porque en las ruinas, cree que resplandecerá la verdad de Dios. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "The Young Pope es tan desconcertante como la vida misma" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/the–young–pope


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