La pregunta es si esta es una historia realmente oscura, o las críticas no son más que un reflejo de una sociedad que sobreprotege a los más pequeños

Liberado de presiones familiares y sociales, se coloca en una posición de poder. El niño se convierte así en monstruo, con la tiranía que deriva del capricho y el despotismo salvaje de alguien sin control. La complejidad del comportamiento de Max y su relación con los monstruos, crean así situaciones de cierta violencia. La película tiene por eso pasajes de gran tensión, casi terror, nada habituales en una obra que parece dirigida al público infantil. La falta de una espectacularidad artificial en el planteamiento visual –las figuras son muñecos o actores disfrazados, no imágenes virtuales–, crea paradójicamente una cercanía, que puede ser demasiado impresionable para ciertas retinas. La crítica americana la ha calificado por eso de demasiado "oscura, quizá no del todo para niños". /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Maurice Sendak: Donde viven los monstruos " ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/maurice–sendak


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