El caballo de Turí­n es un drama en blanco y negro, esculpido con una meticulosa y espectacular fotografí­a, sobre la muerte de la cultura y el egoí­smo de una humanidad insatisfecha

El caballo de Turín de Béla Tarr, como si recreara el proceso inverso de la creación del mundo, narrado en Génesis: el primer libro de la Biblia, nos conduce hacia la visión apocalíptica de una cultura que se ha alejado de Dios. La película se desarrolla en seis días donde vemos la rutina de un padre y su hija, que muy lejos de mostrar la satisfacción de vivir, nos llevan hacia una tierra desordenada y vacía donde –las tinieblas estaban sobre la faz del abismo– (Génesis 1:2). Todo acontece en medio de la nada, en una rústica casa de piedra, un pequeño establo y un pozo. El dueño del caballo: un hombre aislado, vive acompañado de su hija, condenados los dos a la vana repetición de los días sin sentido. –Incluso las brasas se apagan– dice la hija en una de las escenas finales. Como si observasen la vida a través de una ventana sucia, los personajes son arrastrados por la obligación de existir. Padre e hija comen ansiosamente la misma ración de patatas hervidas después de cumplir cada día con las mismas labores; escenas que rememoran el magnífico cuadro admirado por Béla Tarr: Los comedores de patatas de Van Gogh. Con una interpretación sobresaliente, los actores desconocidos para el gran público (János Derzsi y Erika Bók) bordan la representación del tedio de la vida y el concepto del –eterno retorno–. Bela Tarr se recrea en lo cotidiano, mientras una lúgubre y angustiosa cadencia se repite constantemente, una melodía solo interrumpida por el rugido de un viento insoportable que evoca la tristeza de una condena perpetua. Mihály Vig (el compositor de la banda sonora) manifiesta con su pieza musical la visión pesimista de la vida; mostrando el transcurrir del tiempo como una inútil secuencia que carcome el alma. Vig crea una melodía insistente que no te puedes sacar de la cabeza, y que de manera maravillosa se ajusta al plano visual mientras nos hundimos bajo el peso de la existencia. /// Jon Guevara nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "El caballo de Turín de Béla Tarr ¿Escucha Dios el lamento de su creación?" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/el–caballo–de–turin
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