Saber reconocer la mentira no implica necesariamente haber descubierto la verdad
–Quise mostrar el amor perfecto entre una mujer y un hombre– – dice Bruno Dumont de su película Hadewych– –pero también sobre la dificultad de amar en nuestra vida. Por eso me fui hasta el cielo, para mostrar que hay una oportunidad en la Tierra–. Superficialmente podría parecer que la película trata sobre los fundamentalismos cristianos y musulmanes pero Bruno Dumont reconoció que es la historia bíblica de Adán y Eva la que está detrás de esta otra pareja protagonista. Cristo como segundo Adán está ausente otra vez. El silencio de Dios y la locura que genera la falta de amor en sus religiosos protagonistas nos transporta a escenarios que comparte con películas como –Los Comulgantes–, –El Séptimo Sello– o –Como en un espejo– del director sueco Ingmar Bergman. Hadewijch no es sólo el nombre de la conflictiva monja que protagoniza la película, sino también el de la escritora mística Hadewijch de Amberes. Esta mística nació en el Siglo XIII a menos de dos horas en coche de donde nació Bruno Dumont y guarda muchas similitudes con otros personajes que le han interesado a él. Hadewijch de Amberes formó parte de un colectivo de mujeres que se enfrentó a las autoridades de la iglesia bajo el nombre de –beguinas–. Estas mujeres hacían grandes esfuerzos por ayudar a los menos favorecidos del pueblo de forma autogestionada, utilizaban el idioma del pueblo en lugar del latín para comunicar sus visiones, poesías o enseñanzas y se enfrentaban al clero en cuestiones que llevaron a muchas de ellas a ser perseguidas e incluso quemadas vivas, como le ocurrió en 1310 a Marguerite Porete, la autora de –El espejo de las almas simples–. /// Pablo Fernández nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Bruno Dumont sobre cómo mantener una relación complicada con Dios" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/bruno–dumont
http://dlvr.it/Sj31nk
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