Jim Jones confiaba a Brandshaw y Cartmell tareas tan sensibles como conseguir información de miembros
Mucha gente no entiende que el apoyo político no viene de lo moderado de tu agenda, ya que en el caso de Jim Jones no podía ser más radical, sino de la complicidad que uno tiene con sus enemigos. No hace falta ir a casos contemporáneos como el del fallecido pastor fundamentalista y dirigente unionista de Irlanda del Norte Ian Paisley, que acabó gobernando la provincia con el antiguo terrorista republicano Martin McGuinness, sino que se ve ya en casos tan extraños como la extraña relación del supuestamente comunista Jim Jones con el juez que presidía la importante organización ultraconservadora anticomunista Sociedad John Birch, Walter Heady. Ambos tuvieron tal complicidad que Heady visitaba a Jones y el pastor del Templo del Pueblo publicó un artículo en el periódico de la iglesia elogiando a Heady. Hasta le invitó a presentar y proyectar películas de la Sociedad Birch en los locales de la iglesia en Redwood Valley y San Francisco. Supongo que para "conocer a tu enemigo". El sheriff Reno Bartolomie había observado la buena influencia del Templo en apartar a jóvenes de la droga y Jones le apoyó para su reelección en 1974. Como no estaban seguros de que siguiera en el puesto, hizo que el Templo apoyara también a su oponente, Tom Jondahl, jefe de policía de Fort Bragg, que venció inesperadamente al antiguo alguacil. Jones tenía siempre "una carta escondida". Jugaba con "todas las cartas". No era tan necio como los cristianos que se comprometen con cierto partido y luego se decepcionan, o fracasa. Sabía bien lo que hacía, aunque a veces cometía errores. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "La astuta política de Jim Jones" de la serie "El Camino A Jonestown" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/la–politica–de–jim–jones
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