David Berg creía que no había más ley que el amor y que ese amor lo justificaba todo
En 1968 la playa de Huntington era para el sur de California, lo que Haight–Ashbury era para la bahía de San Francisco. Allí no sólo se hacía surf, sino que el pelo largo iba acompañado de drogas, sexo libre y una nueva forma de pensar. El Huntington Beach Light Club era un café llevado con propósitos misioneros, donde actuaban grupos de música y se hacían estudios bíblicos. Lo había establecido la organización de David Wilkerson, Desafío Juvenil (Teen Challenge), el predicador que fue a Nueva York en los años 50 para evangelizar y sacar de la droga a los jóvenes que formaban entonces violentas pandillas. Wilkerson era un pastor de Asambleas de Dios en un pequeño pueblo, cuando sintió el llamado de ir a la Gran Manzana. Aunque la película que cuenta su historia, "La cruz y el puñal", lo sitúa en los 70, la historia fue en realidad en los 50. El venía de un medio pentecostal tradicional, hijo y nieto de pastores. No tenía nada que ver con la cultura juvenil de los 60. Llevaba siempre traje y venía de una tradición de santidad, que se marcaba también con el aspecto externo. Lo que tenía era un gran corazón por los jóvenes. Y apoyó la iniciativa en 1966 de dar una alternativa a los "love–in" "lugares de reunión hippy", para presentar a Jesús como "el último" o "definitivo viaje eterno" "la expresión "viaje / trip", se usaba entonces para describir la experiencia de la droga". Esas eran las palabras que había en el muro detrás del escenario. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "David Berg: 50 años en La Familia de Los Niños de Dios" de la serie "La Familia Internacional" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/david–berg
http://dlvr.it/T6L1VQ
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