Muerte de un viajante refleja la historia del hombre de la calle, el americano medio en este caso, que quiere triunfar en la sociedad, sea como sea y a costa de lo que sea
Desbordado por sus propias contradicciones internas, Willy ha imbuido a sus hijos de un falso evangelio de éxito. Predicó con solemnidad ante su familia, que el secreto del triunfo es ser arrogante, impresionar a los demás, vestirse bien, sonreír y soltar un chiste a tiempo. Les infundió admiración por su nombre, deslumbrado por el poder sugestivo de los anuncios publicitarios, cuando fascinado por los artilugios de neón, soñaba con el día en que lo vieran escrito en grandes paneles luminosos. Y ahora que su nombre no cuenta nada, no conoce otra realidad que la pasada. Sus sueños rotos, no anuncian más que un futuro incierto, para un protagonista que carece de presente. Su obra nos llega al alma, porque está hablando de nosotros. Nuestro destino parece estar unido al de Loman. Nuestro temor es que la tierra que arroja Linda sobre el féretro de su marido, se convierta en un anuncio de nuestro propio entierro. Porque cuando afloran las lágrimas ante la tragedia de este hombre ridículo, sentimos nuestro propio fracaso como padres y el patetismo de esa figura que adora los valores que le están destruyendo. Es por eso que esta es una obra imperecedera, que nos toca en lo más íntimo. Ya que habla de la desolación de nuestra condición humana. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Arthur Miller: La muerte de un viajante " ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/arthur–miller
http://dlvr.it/T6Vrs2
http://dlvr.it/T6Vrs2
Comments
Post a Comment