Adiós a las armas es la primera novela de Hemingway adaptada al cine
Una de las imágenes más conocidas de Chaplin es la que le muestra vestido de soldado en una trinchera, con el fusil al hombro. De ese fotograma se hicieron pósters que colgaban de muchas paredes en los años setenta. "Armas al hombro" (1918) fue de hecho, una de sus películas más populares. Se estrenó tres semanas antes del armisticio. Sus gags más deslumbrantes transcurren en las trincheras. La vida entre explosiones y disparos parece haber erradicado el miedo, la tensión, incluso las veleidades heroicas. Un monótono aburrimiento, marcado por la repetición y el tedio, caracteriza la rutina del frente, que genera su propia mecánica cotidiana. La guerra en las trincheras es como una metáfora de la vida. Nos pasamos la mayor parte del tiempo esperando. En ocasiones parece que hay algún avance, pero viene un retroceso a continuación. Algo hace estallar a veces, nuestra vida en pedazos. Así en el temido frente belga de Ypers, lograron cavar un túnel con explosivos, que produjo un inmenso cráter, donde murieron 9.922 ingleses y canadienses. Al recorrer el cementerio donde están enterradas las victimas, después de atravesar algunas trincheras, observo que hay 3.500 soldados que no pudieron identificar. Sobre sus lápidas dice: "conocido por Dios". /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Primera Guerra Mundial: Una guerra para acabar todas las gue" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/primera–guerra–mundial
http://dlvr.it/T80wl7
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