Lo que el autor quiere es salir de esa maraña engañosa que permite creerse a mucha gente que todo es culpa de otros, la terrible derecha,esa corrupción, la subnormalización o infantilización (con perdón para los niños) de un país en el que si pones la

En la orilla no quiere ser un libro de personajes, sino de un tiempo. Nos ofrece un panorama terrible, pero real como la vida misma. A Chirbes no le basta mostrarnos el pantano en que estamos inmersos, sino que nos hace bucear en "la podredumbre que había detrás". El autor entra en la trastienda de la especulación que se oculta tras la apariencia de modernización y avance que presentaba España en los años inmediatamente antes de la recesión, para desvelar el paisaje desolado que queda después del estallido de la burbuja. Tras la prepotencia del lujo y el imperio del instante, no quedan más que los residuos y la carroña. El hilo conductor de la historia es un hombre arruinado. Esteban tiene setenta años. Fue dueño de una ebanistería que se fue al garete con sus negocios inmobiliarios. Al cerrar la carpintería, ha dejado a sus trabajadores en paro. Lo que le convierte al mismo tiempo en víctima y verdugo. Tiene que cuidar entonces de su padre, que tiene una enfermedad terminal. Todo respira derrota y sueños rotos. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "En La Orilla: Un panorama desolador" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/rafael–chirbes–en–la–orilla–del–desencanto


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