Yo nunca intenté ser revolucionario; no estaba tanto en contra de cosas como la guerra del Vietnam, porque la guerra matara gente, ya que en un momento dado, todos tenemos que morir; yo quería que la gente conociera a Cristo
No hay nada comparable sin embargo en el mundo cristiano, a la música que hizo Larry Norman en los años setenta. Sus maravillosas canciones y extraordinaria creatividad, muestran una genialidad hoy en día apreciada por todo tipo de músicos, como Frank Black de los Pixies, que actuó incluso en su último concierto. Más de trescientos artistas han grabado canciones suyas. Es difícil encontrar en la música popular una obra inspirada por la fe cristiana, que sea tan completa como su trilogía sobre la redención, que abarca desde la Caída (So Long Ago The Garden, 1972) al presente (Only Visiting This Planet, 1973) y el futuro (In Another Land, 1976). Larry tenía muy pocos amigos. En parte por sus propios errores. Hay cosas en su vida totalmente injustificables. El llevó a la fe al guitarrista Randy Stonehill, que ayudó a recuperarse de la droga y se convirtió en su amigo íntimo. Su relación se rompió cuando Larry se divorcia de su mujer, para casarse con la esposa de Stonehill. Algo que muchos nunca le perdonaron. Aunque Randy se reconcilió con él, al final de su vida. Hasta el último día estuvo bajo el cuidado de su hermano, porque los últimos años no podía tocar ya, y sufría las consecuencias del injusto sistema sanitario norteamericano, teniendo que depender de la caridad de conocidos y amigos, porque no podía pagar las deudas de los hospitales. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "Larry Norman: La música del diablo" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/larry–norman
http://dlvr.it/T9b5mh
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