El sueño de DJ era promover un movimiento en la universidad de vuelta a las doctrinas de la Reforma
Dodd estaba en la cumbre de su carrera académica. A pesar de no ser anglicano, le habían dado la cátedra hace siete años en Cambridge. Era el primer profesor del contexto que los anglicanos llaman "iglesias libres", al ser congregacional. Stott recuerda que "hablaba bien y escuchaba extraordinariamente bien; era pequeño como un pájaro, agudo y lúcido, preciso y encantador –recuerdo siempre esa frase de Dick Lucas, el otro gran predicador anglicano evangélico de Londres, que decía que "todos los herejes son encantadores"–. Hablaba con autoridad y seguridad, cualidades que irritaban a aquellos que pensábamos que su acercamiento a los evangelios estaba fundamentalmente equivocado". Así de justo era Stott en sus observaciones. Eso que comparado con otros, Dodd tenía más base bíblica que muchos de sus otros profesores. Representaba en cierto sentido, una vuelta a la ortodoxia, pero a Stott le irritaba la excesiva confianza con la que hablaba. Asistió a todas sus clases, a diferencia de las de otros, que sólo leía sus libros, pero resistió sus argumentos liberales. El profesor de los evangelios sinópticos era B. T. D. Smith, que de joven había sido un ardiente anglo–católico, pero ahora había perdido totalmente la fe, creía Stott. Le recordaba una expresión del teólogo suizo Oscar Cullman en su "Cristología del Nuevo Testamento" (1959), que decía que algunos como Smith, parecen tener "un placer casi sádico en encontrar discrepancias" en los evangelios. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "La teología que estudió Stott" de la serie "John R. W. Stott" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/la–teologia–que–estudio–stott
http://dlvr.it/TBQGRD
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