Espartaco es la única película sobre la que no tuvo control total Kubrick y le hizo vincularse más a los aspectos administrativos para cuidar su independencia
La ruptura entre ambos se produjo cuando Marlon quería que su amante franco–china, France Nuyen, interpretara un papel en la película. Kubrick se negó a ello. Y en un instante el semblante de Brando se petrificó. Volvió la cabeza a la cocina, por donde andaba el encargado de la productora, Frank Rosenberg y le dijo: "¡Tenemos que quitarnos de encima a Kubrick!". Rosenberg le dijo: "¡Si lleva veintiséis semanas trabajando en el guión, Marlon! Y se supone que vamos a empezar el rodaje dentro de otras cuatro". Brando contestó decidido: "Tenemos que buscar otro director". La acabó haciendo él mismo. Es entonces cuando Kirk Douglas le propone retomar la dirección de Espartaco (1960), tras despedir a Anthony Mann, el gran director de western, casado en aquella época con Sara Montiel. Kubrick nunca mostró gran aprecio por Espartaco. Lo veía como un medio para conseguir un fin, el éxito que le diera la independencia para poder trabajar libremente sin la continua injerencia de las productoras. El problema con Espartaco no era sólo que se trataba de lidiar con grandes actores y la continua intervención de Douglas –como productor, además de protagonista–, sino el papel que ha jugado la película en la historia del maccarthismo para el final de la caza de brujas. La historia de esta sublevación de esclavos en la Roma precristiana fue usada por Howard Fast para escribir una novela cuando estaba en la cárcel, sobre la que se basa el guión de Dalton Trumbo. /// José de Segovia nos habla hoy en entrelineas.org sobre " en el artículo "El afán de libertad de Kubrick" ❤ ¿Te parece interesante? Para saber más puedes seguir leyendo en entrelineas.org/revista/el–afan–de–libertad–de–kubrick
http://dlvr.it/TBMnqH
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