Pues eso, parece que fue hace siglos, y ocurrió a principios de este año. Conseguimos escaparnos de nuestros trabajos como pudimos un miércoles por la tarde para acudir a la cita. Al llegar al lugar, una antigua iglesia del Raval de Barcelona reconvertida en centro de arte (es un lugar que impresiona), obsesionados por ver si llegábamos tarde al acto, pasamos por delante del Sr. Connolly, a quien estaban haciendo una entrevista en la entrada, sin verle siquiera. Y cuando volvimos atrás más aliviados, nos lo encontramos a menos de dos metros. Le decía "sácame guapo" en un horrible castellano a una mujer que se acercó para sacarse una foto con él. Luego, en la charla, parecía más un showman que un entrevistado. E incluso, en cierto momento, se dedicó a jalear a los asistentes como un mal telepredicador ("Que levante la mano quien haya leído El Código DaVinci, sí, venga, yo sé que lo habéis leído, levantad la mano..."). Habría que conocerle en primera persona, tal vez,...